Se habla de una luxación de codo, cuando los huesos que componen la articulación se salen de alineación (por lo general, cuando te caes sobre la mano extendida). El codo es la segunda articulación dislocada con más frecuencia después del hombro en adultos y la articulación que se disloca con más frecuencia en niños.
Los niños pueden sufrir una luxación de codo (lo que a veces se conoce como «codo de niñera») cuando se levantan con brazos o extendidos o en forma de columpio.
Si tú o tu hijo tienen un codo dislocado, busca atención médica de inmediato. Puede haber complicaciones si el codo luxado pinza o comprime los vasos sanguíneos y los nervios que comunican con el extremo del brazo y la mano.
Comúnmente, un codo luxado puede realinearse sin necesidad de cirugía. Sin embargo, si el codo también está fracturado, posiblemente necesitarás cirugía.
Los signos y los síntomas de un codo luxado son los siguientes:
El diagnóstico se realiza por medio de la historia clínica donde se identificarán el mecanismo de lesión. La exploración se realizara con cuidado y se comprobará si el brazo o la mano están fríos o entumecidos, lo que indicaría que hay un pinzamiento en una arteria o en un nervio.
Una vez que los huesos de la articulación hayan vuelto a alinearse correctamente, es posible que tú o tu hijo necesiten usar una férula o un cabestrillo por algunas semanas. También es posible que tengan que hacer ejercicios de fisioterapia para mejorar la amplitud de movimiento y la fuerza de la articulación.
Es posible que necesites cirugía en los siguientes casos: